La Encomienda del Servicio Público

En 2018, recibí la encomienda de presidir la Secretaría de la Contraloría General del Estado de Yucatán. Vigilar el ejercicio de los recursos que son de todas y todos los yucatecos no era una tarea sencilla ni menor.
Con un equipo formado por mujeres y hombres de distintas disciplinas, emprendimos el viaje, sorteando situaciones como la falta de comités o de vigilancia en ciertas áreas del gobierno del estado, lo que suponía una latente presencia de corrupción.

Sin mirar atrás, iniciamos un proceso administrativo en el que pusimos en orden espacios, archivos, programas y proyectos, encaminados a ser, desde un enfoque preventivo, una dependencia honesta, innovadora, austera y transparente, con acciones de control y fiscalización claras y contundentes que fortalezcan la confianza ciudadana.

El trabajo comprometido de todas las áreas nos ha permitido obtener los siguientes resultados: en el área de transparencia, como resultado del programa anual de vigilancia del INAIP, la Contraloría alcanzó un 100% y obtuvimos el reconocimiento “Comprometidos con la Transparencia”. Propiciamos la transparencia proactiva con tres micrositios: FONDEN, Veda Electoral y Transparencia SECOGEY. Del 2018 al 2024 atendimos 748 solicitudes de información, 35 recursos de revisión y se llevaron a cabo 24 sesiones ordinarias del Comité de Transparencia y 121 extraordinarias.

Establecimos un sistema integral de archivos con el que pusimos en orden la información, asegurando así el derecho humano a la información pública y la protección de datos personales, así como el cuidado de aquellos archivos que pudieran ser históricos.

Durante nuestra gestión en la Contraloría, en materia de control interno, se elaboraron 135 procedimientos, 17 políticas, 158 descripciones de puesto y 37 organigramas. Asimismo, se actualizaron 35 procesos.
Con el fin de cuidar minuciosamente los recursos, en 2020 se publicaron los Lineamientos para el Ejercicio, Control, Comprobación y Transparencia de los Recursos del 5 al Millar Estatal, garantizando así la transparencia y la rendición de cuentas.

Como órgano de vigilancia y para un mejor desarrollo del sistema de control interno, en la Contraloría participamos en 1,467 sesiones de órganos de gobierno y emitimos 320 opiniones sobre los informes anuales de gestión de las y los titulares de las entidades, así como 255 informes sobre los estados financieros.
Con el objetivo de promover mecanismos de mejora para la estrategia anticorrupción en el estado, durante esta administración se iniciaron 1,927 investigaciones por presunta responsabilidad en faltas administrativas, ya sea por oficio, por denuncia o derivadas de auditorías practicadas por las autoridades fiscalizadoras competentes.

Vigilar los recursos e implementar una estrategia anticorrupción incluyó el registro de las declaraciones patrimoniales de las y los servidores públicos de la administración pública estatal. Derivado de una reforma, el número de sujetos obligados aumentó en un 687% respecto de la administración pasada, un desafío que enfrentamos con eficiencia y eficacia al convenir un sistema que nos permitió alcanzar, en los seis años de gobierno, el 100% de las declaraciones patrimoniales.

Cuando se piensa en la Contraloría, se piensa en las auditorías, y aunque no son las únicas maneras de vigilar, sí son la columna vertebral de nuestro trabajo. De 2018 a 2024 se realizaron 119 auditorías, 69 evaluaciones de la implementación del sistema de control interno, 19 revisiones de control interno y 32 inspecciones. Además, se realizaron 17 revisiones en tiempo real y 5 supervisiones.

Con un equipo experimentado, formado por mujeres y hombres conocedores de la fiscalización de los recursos federales, estamos entregando una administración sin pendientes en la comprobación ni observaciones con la Secretaría de la Función Pública. Este ha sido un trabajo en equipo que nos ha llenado de orgullo.
Una de las acciones que nos ha retroalimentado es el trabajo directo con la ciudadanía. Desde la Contraloría Social hemos llegado a 554 Comités de Contraloría Social; visitamos 101 escuelas de nivel básico, donde presentamos a 19,682 alumnos y alumnas las ventajas de vivir con integridad.

Una acción importantísima fue la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones. Con diversas asociaciones civiles y académicas se revisaron áreas que pudieran considerarse riesgos de corrupción. Esto fue un ejercicio inédito del que salimos fortalecidos, afianzando la confianza con la ciudadanía, que participó activamente.

Las y los jóvenes no fueron la excepción, por lo que, a través de los concursos de Premio Nacional de Transparencia en Corto, 310 participantes nos compartieron su visión sobre el combate a la corrupción.

En lo que respecta a la obra pública, que representa un desarrollo para nuestro estado, la Contraloría llevó a cabo 8,424 actos de supervisión y verificación de la obra pública.

Representando a la Contraloría, me tocó participar en el Sistema Estatal Anticorrupción y en la Comisión Permanente de Contralores Estados-Federación, que resultó ser un espacio de comunicación y de ideas compartidas para la aplicación de estrategias que fortalezcan la fiscalización y la integridad pública.

Para finalizar, es importante señalar que nos llena de orgullo haber implementado comités de ética en la administración. Actualmente contamos con 63 comités, que funcionan para promover la ética y atender casos de faltas de integridad pública.
Hemos crecido en materia de integridad, formándonos y generando espacios incluyentes, éticos, seguros y libres de violencia, mediante la capacitación constante y el compromiso de mantener siempre un enfoque de derechos humanos.
Nuestra disposición a aprender, reaprender y comprometernos con la importancia de una sana convivencia nos ha llevado a generar espacios físicos amigables a la realidad de las personas que trabajan en la Contraloría, como lactarios y zonas de esparcimiento para reducir el estrés laboral propio de nuestra labor.

Han sido muchas las acciones que hemos llevado a cabo. Lo que dejamos es una dependencia fuerte, ordenada, comprometida, con un alto sentido de ética y de formación continua, que ha propiciado que juntos y en equipo transformemos Yucatán.